La tragicomedia es uno de los géneros literarios más complicados e interesantes, donde convergen los elementos cómicos y los trágicos dentro de la trama.
Normalmente, las obras de tragicomedia están pensadas para ser llevadas al teatro; sin embargo, algunas han sido adaptadas a novelas, películas o se han quedado en narrativas.
Dentro de los géneros teatrales existen varios ejemplos de tragicomedia que explicaremos más adelante, luego de ver las características de este tipo de obras.
¿Qué caracteriza a las obras de tragicomedia?
Por lo general, la tragicomedia es una obra que retrata una situación dramática o teatral, con tintes trágicos y cómicos.
En la mayoría de los casos, la trama es definida a través de capítulos, donde el protagonista debe luchar para superar varias dificultades. Y hablando del protagonista, suele ser un personaje peculiar.
Asimismo, las obras de tragicomedia plantean lo absurdo o la gracia como una respuesta normal, ante las situaciones trágicas sin sentido.
En la actualidad, existe un sinfín de obras de todo tipo, donde la mayoría de los finales no son precisamente felices o agradables.
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Ejemplos de tragicomedia
Veamos algunos de los ejemplos más representativos de la tragicomedia, y como sus autores han retratado la tragedia, el drama y lo absurdo en las historias.
1. La Celestina, Fernando de Rojas.
Esta obra cuenta la historia de Calisto, quien se enamora perdidamente de Melibea, pero no es correspondido en un inicio por ésta, por lo que recurre a los servicios de Celestina.
Esta conoce a Melibea y la convence de enamorarse de Calisto, logrando su cometido poco después gracias a un conjuro.
Durante un alboroto fuera de la casa de Melibea, Calisto se resbala y muere al caer al suelo. La obra finaliza con Melibea suicidándose por su amor perdido.
2. La Tempestad, William Shakespeare.
El protagonista de esta obra es Próspero, duque de Milán y hermano de Antonio, quien lo ha expulsado. Posteriormente, naufraga en una isla cuando su buque es destruido.
Durante su naufragio, Próspero se enfoca en estudiar la magia, y con ella comienza a fabricar su venganza. Al final de la obra, decide perdonar a sus enemigos y renunciar a su magia.
3. El Mercader de Venecia, William Shakespeare.
Bassanio es un veneciano noble inundando en la pobreza, quien pide dinero prestado a su amigo y mercader rico Antonio, para conquistar a la heredera Porcia.
Antonio se ve en la obligación de pedir el dinero a Shylock; un judío que le pone como condición que, si no paga la suma completa, deberá darle una libra de su propia carne.
En un giro de la historia, Bassanio y Porcia se comprometen, mientras que la riqueza de Antonio se ve perdida, no pudiendo pagar la deuda a Shylock.
Sin embargo, Porcia se disfraza de abogada para llevar a juicio a Shylock, donde éste pierde y debe más bien pagar a Antonio; finalizando la historia con el milagro de la recuperación de parte de la fortuna de este último.
4. Espectros, Henrik Ibsen.
Cuenta la historia de Helen Alving, viuda del mujeriego Capitán Alving, quien se queda junto a su esposo hasta la muerte del mismo.
Por vueltas de la vida, su hijo Oswald, quien había sido enviado lejos para no caer bajo la mala influencia de su padre, le confiesa a su madre que padece de sífilis hereditaria.
Asimismo, Helen le confiesa a su hijo que su amada, Regina Engstrand, es su media hermana, hija ilegitima de su padre con una criada.
5. El Jardín de Cerezos, Antón Chéjov.
Esta historia es protagonizada por una familia de nobles rusos que están a punto de perder sus riquezas y su casa, donde se encuentra un jardín de cerezos tradición de la familia.
Antes del remate de sus bienes, el hijo de uno de sus criados les propone convertir la hacienda en un centro vacacional, que contempla la eliminación del jardín.
Finaliza con los nobles tomando la decisión sobre eliminar el jardín tradicional o rematar la hacienda.
6. La Vida es un Sueño, Calderón de la Barca.
Esta obra tiene como protagonista a Segismundo, el cual es enviado a una torre por su padre tras tomar el poder sobre Polonia.
Encerrado en la torre, se convierte en una especie de mitad hombre y mitad bestia, conservando su inteligencia.
Posteriormente, libra una batalla contra su padre, ganándole y perdonándole la vida, para luego quedarse nuevamente con el poder.
7. La Dama Boba, Lope de Vega.
Se trata de una historia de amor entre Finea, la dama boba, y Laurencio, a quien no le importan las pocas habilidades de inteligencia de la dama.
En un giro de la historia, el verdadero prometido de Finea se queda con la prometida de Laurencio y, posteriormente, este último ayuda a Finea a desarrollar su inteligencia a través del amor.
Cada una de las obras de tragicomedia aquí mencionadas nos muestran un pequeño aprendizaje, a pesar de los dramas que atraviesan sus protagonistas.
Sin duda, son los mejores ejemplos de tragicomedia que la historia literaria y teatral le ha ofrecido al mundo.