Las reglas en casa se utilizan para crear un balance entre los límites de los hijos y la permisividad de los padres, donde todos son responsables de su cumplimiento.
Estas reglas se transforman en normas de convivencia en el hogar, y les enseñan diferentes valores a los miembros de la familia; de manera que logren interiorizar sus acciones positivas y negativas.
Podemos mencionar varios ejemplos de reglas en casa que ayudarán a comprender cómo se deben aplicar y lo que desarrollan. Veámoslos a continuación.
¿Por qué aplicar reglas en casa?
Las diferentes normas de convivencia en el hogar ayudarán en el desarrollo emocional de los involucrados, tanto en la parte autoritaria como en la obediente.
La manera en la que se crean estas reglas dependerá del estilo de crianza con el que los padres han crecido, por lo que serán un reflejo de éstas.
Ahora bien, las normas ayudan a fomentar hábitos y conductas positivas, así como sentimientos de seguridad y una disciplina correcta, que mejorarán la convivencia familiar.
No obstante, estos valores también ayudarán en la convivencia fuera de casa, ya sea en el colegio o en el trabajo, por lo que trasciende fuera del núcleo familiar.
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Ejemplos de reglas en casa para niños y adolescentes
Desde pequeños y a lo largo de su adolescencia, los jóvenes necesitan una serie de normas de convivencia en el hogar que los ayuden a ser disciplinados y responsables de sus actos.
Por su lado, los padres tendrán la oportunidad de cometer errores y enmendarlos, tratando a sus hijos con cariño, comprensión y compasión.
Dicho esto, veamos algunos ejemplos de reglas en casa que se pueden aplicar en cualquier tipo de hogar:
1. Lavarse las manos y sentarse en la mesa al momento de comer.
Les enseña que deben mantener una buena higiene al momento de ingerir los alimentos, así como que las horas de las comidas se respetan, y que no deben levantarse a jugar.
2. Ser amables y respetuosos con los demás.
Desarrolla la compasión, y ayuda a explicar que deben tratar a los demás como les gustaría que los demás los tratasen.
3. Cumplir con el horario o la hora acordada de llegada.
Les enseña responsabilidad en sus actos y es una forma de enseñarlos a mantenerse seguros dentro del hogar en las horas de la noche, donde pueden ser víctimas de algún peligro.
4. Hacer las tareas del colegio.
Les enseña responsabilidad con los deberes de la escuela, y que nadie más que ellos es responsable de los mismos. Además, ayuda a formar cierta independencia.
5. Colaborar en las tareas domésticas.
Es ideal para fomentar el compañerismo y para enseñarles diversas destrezas que les servirán en el futuro, además de que les enseñará humildad y que deben pedir ayuda cuando la necesiten.
6. Siempre hablar con la verdad.
Desarrollar la confianza en el núcleo familiar los ayudará a expresarse con naturalidad, evitando que digan mentiras porque creen que serán castigados. Además, los ayudará a entender y asumir la gravedad de sus actos.
7. Recoger los juguetes, ropa, utensilios y materiales.
Los ayuda a fomentar la organización y la pulcritud, destrezas que les servirán en el colegio y luego en su vida adulta. Además de que promueve una buena higiene en su lugar de trabajo/descanso.
Es importante que los padres enseñen estas reglas en casa con el ejemplo; y que no utilicen la culpa o los castigos exagerados como métodos de enseñanza, ya que lograrán resultados negativos.
Las normas de convivencia en el hogar generan una corresponsabilidad entre grandes y chicos; donde todos se sienten seguros y forman parte del cuidado de los demás miembros del equipo.