La reciprocidad es el valor que permite responder a las personas de la misma manera de la que ellos accionan. Tiende a ser considerado como un mérito positivo, que denota agradecimiento, estima o justicia sobre las relaciones interpersonales que se desarrollan en la vida cotidiana.
Muchos de los vínculos del ser humano se basan en la práctica recíproca, debido a que aunque no se esté dando para recibir, es prudente compensar a los demás por lo que hacen en el tiempo. El concepto tiene sentido cuando es un proceder voluntario y de buenas intenciones.
Ejemplos de reciprocidad en la vida cotidiana
1. Devolver favores
Si una persona tiene la gentileza de hacer algo por otra, es normal que haya una disposición y un agradecimiento en el vínculo que los une. Es lo habitual y lo correcto.
Ello de manera tal que si en el futuro ese individuo necesita algún apoyo, existirá la sincera voluntad de favorecerle, en compensación por los buenos procederes que este tuvo en el pasado.
2. Hacer obsequios
Cuando alguien invita a sus amigos o familiares a una fiesta por su cumpleaños, es recíproco llevar algún tipo de obsequio, para homenajear al festejado. Este es un símbolo de que si existió esa atención para con los invitados, ellos también quieren corresponder el gesto.
Asimismo, ocurre en el momento en el que un ejecutivo se va de viaje al exterior por un asunto laboral. Es normal que al regresar de su destino, lleve consigo algunos regalos para la secretaria que ayudó a organizar el itinerario y estuvo disponible para resolver los contratiempos.
3. División de tareas
Tanto en la vida personal, como familiar y académica, muchas veces existirá la necesidad de trabajar en equipo. Estar preparados implica contemplar el hecho de que se debe delegar para conseguir resultados óptimos en las tareas asignadas.
Si se trata de las actividades del hogar, es vital organizarse con los miembros de la familia. En esa planificación, Juan José barre la sala, Ana lava la ropa y Andrea se encarga del aseo de los baños. En ese contexto, al final de la jornada cada uno habrá hecho algo y todos colaborarán con la limpieza doméstica.
- VEA TAMBIÉN: Ejemplos de Solidaridad
4. Trabajo conjunto
De la misma manera, hay formas de reciprocidad en la casa, en la escuela y hasta en la universidad. Si uno de los estudiantes es mejor para las matemáticas y se ofrece a orientar a uno de sus compañeros en esos temas, podrá contar con la asesoría de esa persona si tiene problemas en biología o ciencia.
Poder devolver el favor o estar dispuesto a brindar otro tipo de apoyo es poner en práctica este concepto, que es muy común en la actualidad.
5. Pago de servicios o impuestos
En un sentido más amplio, si los ciudadanos hacen el pago correspondiente a los impuestos, es para recibir algún tipo de beneficio a cambio de ello. La ventaja no siempre es palpable, pero el hecho de contar con un Estado competente y solvente es necesario.
Al honrar esos compromisos, los entes gubernamentales o fiscales están en el deber de proveer de buenas funciones a su población. Lo mismo pasa con los servicios como electricidad, agua o gas. Los clientes pagan y las empresas garantizan servir de forma óptima en su área.
6. Premios a la productividad
Ante el óptimo rendimiento del trabajador de una empresa, los encargados de la gestión de personal suelen entregar algún tipo de reconocimiento por sus esfuerzos. Esa suma de dinero, regalo o facilidad laboral es una compensación al buen trabajo realizado en un período específico.
En este punto entran en consideración los ejemplos de plan de incentivos, donde los empleadores motivan de alguna forma a los miembros de su equipo. Ello con el propósito de aumentar la productividad del obrero y, a su vez, mejorar la rentabilidad de la organización.
7. Acuerdos internacionales
Así como lo hacen las personas, los gobiernos mundiales también llegan a acuerdos que denotan comportamientos recíprocos. Sus alianzas giran en torno a labores de cooperación, trabajo conjunto y no obstrucción de actividades estipuladas en un territorio.
Es posible que una nación permita a otra moverse por sus aguas territoriales, con la condición de que haya una exoneración de ciertos impuestos ante el paso de mercancías derivadas de las ventajas y desventajas del comercio internacional.
8. Contratos
Los trabajadores firman un contrato con una empresa y obtienen una compensación económica a cambio de sus servicios. Esta es la forma más elemental de la reciprocidad, debido a que se encuentra implícita en la mayoría de los tratos comerciales del mundo.
El dinero es la moneda de cambio que se ofrece ante la prestación de bienes y servicios por excelencia. En los diferentes mercados mundiales, hay personas y compañías que resuelven problemas a la sociedad, mientras estas dan a cambio recursos económicos o materiales.
9. Trueques
Los llamados trueques suceden entre agricultores, ganaderos y comerciantes. Algunos aportan granos, arroz o frijoles, mientras otros compensan el aporte con carnes, vacunos y proteínas animales en variedad.
En esos casos, el dinero no representa algún mérito en la transacción, que puede hacerse con total informalidad. El valor reside realmente en los productos o servicios intercambiables, que resuelven algún problema y satisfacen una necesidad.
10. Cambios de guardia
Si unos trabajadores ejercen sus labores por guardia, es posible que en alguno de estos ciclos haya momentos en los cuales se presenten otros compromisos. Si un padre de familia tiene que ir a su empresa y el mismo día su hijo se enferma, cambia de guardia con algún compañero.
A pesar de que la decisión era para solventar el momento, el beneficiario suele ponerse a disposición para “pagar” con trabajo el tiempo que invirtió su colega. Esto también funciona cuando hay compromisos sociales, viajes imprevistos o faltas que no pueden resolverse de otra forma.