La prosopopeya es un tipo de recurso literario que otorga una cualidad humanizada a objetos inanimados o animales. Estos ejemplos de prosopopeya te servirán de guía para entenderlas más profundamente.
El uso de la prosopopeya es sumamente común en los cuentos infantiles, fábulas, mitos o incluso en la poesía. Descubre a continuación qué es la prosopopeya a través de ejemplos.
Qué es la prosopopeya: Definición
En el mundo de la literatura, es común encontrarnos con diversos recursos literarios que embellecen el texto de manera particularmente distinguida, como es el caso de la prosopopeya, por ejemplo.
Como bien podremos notar por medio de los ejemplos que explicaremos más adelante, la prosopopeya cumple con la función de otorgar cualidades humanísticas a conceptos que naturalmente no los poseían.
Por ejemplo, una prosopopeya común la vemos en los cuentos para niños, cuando se les otorgan a animales cualidades de humanos, como hablar, cantar o pensar con cierto raciocinio mayor.
Esta es una prosopopeya para niños muy común, por su puesto, pero no es el único estilo que hallaremos, ya que podemos encontrarla en otros tipos de textos.
Por ejemplo, el lenguaje poético usa frecuentemente la prosopopeya.
Ejemplos de prosopopeya
- Las estrellas nos miraban desde el cielo radiante aquella noche de luna.
- Es innegable que esta madrugada está triste, y el viento apenas se percibe como un suspiro.
- Las rosas cantaban alegremente bajo el candor del astro rey.
- Los ojos de la muerte me miraron fijamente, y supe que había llegado la hora de partir.
- El cielo mismo lloró ante la tristeza de esa tarde.
- Mi corazón dio un brinco de alegría al verlo cruzar la puerta.
- El zorro miró al Principito y le dijo con voz tranquila, que por favor lo domesticara, y así podrían ser amigos
- Las ramas de los árboles bailaron al son de la ventisca, sacudiéndose bajo el cielo arremolinado.
- El pobre libro se entristeció al saberse olvidado en aquel estante polvoriento.
- Solo fue perceptible el grito de un silencio ahogado, como si lo forzasen a callar.
Más ejemplos útiles de prosopopeya
- Cuando el cielo se tiñe de colores cálidos y el sol cae, las estrellas abren sus ojos para recibir atentas a la luna.
- La seda acarició mi piel con una suavidad inconmensurable.
- Los campos se vistieron de blanco aquel invierno.
- El mar abrazó en sus olas al muchacho y lo hundió en sus profundidades.
- El pincel paseó por el lienzo del artista mientras la Musa fluía.
- Un montón de ideas golpearon mi cabeza en ese preciso instante.
- El volcán escupió su cólera sobre toda la aldea, destruyéndola por completo.
- El ratón Pérez recolectaba los dientes que se les caían a los niños y dejaba monedas en su lugar para recompensarlos.
- La mariposa estaba bailando con la brisa.
- Las gotas de lluvia estaban lavando mi alma en pena.
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Ejemplos sencillos de prosopopeya
- Este era un gusano de color morado, que llevaba su sombrero a todos lados y fumaba de la pipa como un loco estrafalario.
- La ansiedad me estaba mordiendo los talones y corroía mi alma.
- La soledad, cual arpía, dibujaba líneas en la oscuridad de mis pesadillas.
- La abeja enamoradiza va besando cada flor en medio de su revoloteo.
- Las flores miraban con envidia el vuelo de las mariposas en el cielo, libres y sin raíces que las atasen al suelo.
- Y van las aves cantando sus pesares, contándoselo a las flores del prado y a las banquetas de la plaza.
- Los colores explotaron finalmente y crearon una obra de arte magnífica.
- Los vientos del norte traen consigo los recuerdos de su voz y me susurran que ya se ha ido.
- La miel hizo un festín en mi paladar, al juntarlo con el sabor de las fresas frescas.
- Mi dulce mariposa dormita en el corazón de su crisálida, ansiosa por salir y mostrar al mundo sus nuevos y brillantes colores.
Ejemplos de prosopopeyas fáciles
- Esta ciudad se sume en un sueño profundo cuando tú no estás, los ruidos se duermen y nada es capaz de tocarme, ni la lluvia ni el sol.
- La realidad me tomó de la mano y me mostró todo lo que me estaba perdiendo por no querer abrir los ojos ante este mundo.
- Se durmieron las flores bajo aquel manto grueso de nieve blanca, a la espera del beso del sol en la próxima primavera.
- El perro Pedro era el mejor de los panaderos, por ello compraban su pan todos los días de invierno.
- Tan solo mi almohada ha escuchado los secretos que pronuncio por la noche, y como fiel confidente, los calla en complicidad conmigo.