Este género literario expone el punto de vista del autor con respecto algún tema. Estos ejemplos de ensayos cortos muestran en qué consisten.
¿Qué es un ensayo?
El ensayo es un texto del género didáctico que expone un tema subjetivo basado en la perspectiva del autor. Este puede ser literario, científico, filosófico, etc. Requiere de mucha investigación y fuentes que sustenten las hipótesis del autor.
Estos ejemplos de ensayos cortos reúnen lo más selecto de autores famosos como José Ortega y Gasset, Rousseau, Nietzsche, entre otros.
Ejemplos de ensayos cortos: los mejores
A continuación algunos ejemplos de ensayos cortos que muestran las perspectivas de autores clásicos sobre varios temas.
1. Meditaciones del Quijote, José Ortega y Gasset
El monasterio de El Escorial se levanta sobre un collado. La ladera meridional de este collado desciende bajo la cobertura de un boscaje, que es a un tiempo robledo y fresneda. El sitio se llama «La Herrería». La cárdena mole ejemplar del edificio modifica, según la estación, su carácter merced a este manto de espesura tendido a sus plantas, que es en invierno cobrizo, áureo en otoño y un verde oscuro en estío. La primavera pasa por aquí rauda, instantánea y excesiva, como una imagen erótica por el alma acerada de un ceno biarca.
2. El Arte de la Guerra, Sun Tzu
Capítulo II
Sobre la iniciación de las acciones
Una vez comenzada la batalla, aunque es-tés ganando, de continuar por mucho tiempo, desanimará a tus tropas y embotará tu espa-da. Si estás sitiando una ciudad, agotarás tus fuerzas. Si mantienes a tu ejército durante mucho tiempo en campaña, tus suministros se agotarán.
3. Verdad y Vida, Miguel de Unamuno
Uno de los que leyeron aquella mi correspondencia aquí publicada, a la que titulé Mi religión, me escribe rogándome aclare o amplíe aquella fórmula que allí empleé de que debe buscarse la verdad en la vida y la vida en la verdad. Voy a complacerle procediendo por partes.
Primero la verdad en la vida
Ha sido mi convicción de siempre, más arraigada y más corroborada en mí cuanto más tiempo pasa, la de que la suprema virtud de un hombre debe ser la sinceridad. El vicio más feo es la mentira, y sus derivaciones y disfraces, la hipocresía y la exageración. Preferiría el cínico al hipócrita, si es que aquél no fuese algo de éste…
4. Nuestra América, José Martí
Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el cielo, que van por el aire dormido engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar.
5. El hombre mediocre, José Ingenieros
Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones.
6. La llama doble, Octavio Paz
El amor no nos preserva de los riesgos y desgracias de la existencia. Ningún amor, sin excluir a los más apacibles y felices, escapa a los desastres y desventuras del tiempo. El amor, cualquier amor, está hecho de tiempo y ningún amante puede evitar la gran calamidad: la persona amada está sujeta a las afrentas de la edad, la enfermedad y la muerte.
7. El derecho de soñar, Eduardo Galeano
Vaya uno a saber cómo será el mundo más allá del año 2000. Tenemos una única certeza: si todavía estamos ahí, para entonces ya seremos gente del siglo pasado, y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio. Sin embargo, aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea.
8. El contrato social, Jean Jacques Rousseau
El hombre ha nacido libre y, sin embargo, por todas partes se encuentra encadenado. Tal cual se cree el amo de los demás, cuando, en verdad, no deja de ser tan esclavo como ellos. ¿Cómo se ha verificado este camino? Lo ignoro. ¿Qué puede ‘hacerlo legítimo? Creo poder resolver esta cuestión.
9. Genealogía de la Moral, Friedrich Nietzsche
Estos psicólogos ingleses –a los que hay que agradecer los únicos intentos emprendidos hasta ahora de llegar a una historia del surgimiento de la moral– nos plantean con ellos mismos un enigma no pequeño; permítaseme confesarlo: precisamente por eso, como enigmas encarnados, tienen incluso una ventaja esencial sobre sus libros: ¡ellos mismos son interesantes! Estos psicólogos ingleses, ¿qué es lo que pretenden realmente? Se los encuentra siempre, sea voluntaria o involuntariamente, entregados a la misma tarea, a saber, empujar al primer plano la partie honteuse de nuestro mundo interior y buscar lo propiamente eficaz, rector, decisivo para el desarrollo, precisamente en lo último en lo que el orgullo intelectual del hombre desearía encontrarlo (por ejemplo en la vis inertiaede la costumbre, o en el olvido, o en una conexión mecánica de ideas ciega y casual, o en lago meramente pasivo, automático, reflejo, molecular y profundamente estúpido).
10. Cinco escritos morales, Umberto Eco
Pensar en la Guerra
Este artículo habla de la Guerra, con G mayúscula, como guerra «caliente» y guerreada por explícito consenso de las naciones, en la forma que adopta en el mundo contemporáneo. Como se lo entrego a la redacción en los días en que las tropas aliadas acaban de entrar en Kuwait City, es probable que —si no hay golpes de efecto— este artículo se lea cuando todos consideren que la guerra del Golfo ha logrado un resultado satisfactorio, porque sería conforme a los fines por los cuales se empezó esta guerra.
Estos ejemplos de ensayos contienen fragmentos de ensayos clásicos que vale la pena leer.