10 ejemplos de responsabilidad para aplicar en nuestras vidas y contribuir con la evolución de una sociedad.
La responsabilidad es un valor que se refiere a la capacidad que tiene una persona de cumplir con compromisos y promesas independientemente de los obstáculos que se presenten.
Una persona responsable no solo crea confianza en los demás, sino que además asume un compromiso personal consigo mismo para ejecutar cada meta que se propone.
El valor de la responsabilidad se debe inculcar desde muy pequeños, cuando motivamos a nuestros hijos a asumir pequeños roles que se van juntando e instauran esta importante actitud.
1. Responsabilidad en actividades académicas
Este es uno de los principales ejemplos de responsabilidad que nuestros hijos deben aprender y eso abarca una serie de pequeñas y rutinarias acciones.
Prestar atención en clases, aclarar dudas y dedicarle el tiempo necesario para las actividades académicas, son acciones responsables que se deben tomar durante el periodo de aprendizaje.
2. Puntualidad
Este es un valor que muchas personas han perdido y es justamente una de las más importantes y que más representa, define y caracteriza a una persona.
El tiempo de todas las personas es valioso y por lo tanto debemos ser responsables, puntuales y cumplidos cuando establecemos una hora con los demás, para cualquier actividad planificada.
3. Responsabilidad social
Se refiere a los actos de respeto que tiene un individuo en una sociedad, relacionados con bienes y espacios públicos, así como las actitudes con los desconocidos.
De manera que debemos respetar los espacios públicos, evitar conductas inapropiadas que puedan incomodar a los demás así como actos y lenguaje ofensivo hacia otras personas.
4. Cuidar de otra persona
Cuidar de una persona requiere tiempo, dedicación, paciencia y un inmenso compromiso pues implica que tenemos bajo nuestra responsabilidad, la integridad física y mental de otra persona.
El cuidado de otra persona constituye un ejemplo muy determinante de responsabilidad.
5. Crianza de mascotas
La crianza de una mascota requiere además de muchas ganas, tiempo, dedicación y ternura, una gran responsabilidad, pues son seres que necesitan de mucho cuidado de un humano.
También las mascotas deben cuidarse de manera de evitar que puedan atacar a otros animales e incluso a los humanos, y eso requiere de un gran sentido de responsabilidad.
6. Responsabilidad en el hogar
Esta debe ser asumida por los adultos y niños y eso implica cuidar de la infraestructura y mantener las condiciones higiénicas para una sana convivencia.
Además ciertos compromisos monetarios que incluyen la alimentación, el pago de servicios públicos y el mantenimiento de la estructura física, son responsabilidad de quienes habitan en un hogar.
7. Autocuidado
El autocuidado debe ser asumido con total compromiso por cada uno de nosotros y consiste en cuidar nuestro cuerpo y mantener un estilo de vida saludable.
Por lo tanto el objetivo de cada uno de nosotros debe ser procurar una alimentación balanceada, practicar ejercicios rutinariamente y evitar vicios como las drogas, el alcohol y cigarrillo.
8. Prudencia al conducir
Este es un hábito que todas las personas que conducen diariamente, deben asumir una vez que adquieren una licencia que se los permita.
Eso implica que debemos conducir con límites de velocidad, mantener conductas apropiadas, no utilizar el celular y no consumir bebidas alcohólicas cuando conducimos.
La finalidad de ser prudentes al conducir es proteger la integridad física, y mental de otros conductores.
9. Responsabilidad laboral
Se refiere al cumplimiento de todas las actividades laborales que nos competen y que adquirimos como compromiso una vez que comenzamos un trabajo.
Además deben incluirse la puntualidad y una actitud proactiva que deberíamos adoptar y que finalmente nos hará mejores empleados y aportaran grandes beneficios en el lugar donde laboramos.
10. Asumir nuestros propios errores
Asumir nuestros propios errores implica un alto nivel de madurez y autoconocimiento que permitirá disculparnos ante los demás y evaluar nuestras propias actitudes para corregirlas.
De esta manera asumimos responsabilidades cuando nos corresponde y eso denota un gran sentido de pertenencia, ganas de corregir y además asumir las consecuencias de nuestros errores.