5 ejemplos de Monólogos Cortos

¿Sabes que es un monólogo? A continuación, más información sobre este tipo de narrativa, donde repasaremos la definición, tipos y 5 ejemplos de monólogos cortos.

¿Qué es un monólogo?

Un monólogo es un discurso narrativo que involucra una sola persona o actor.

En este género literario no existe la interacción entre personajes, pues toda la obra es realizada por un solo personaje, y puede ser escrita o dramatizada.

Comúnmente, el personaje reflexiona sobre un tema o expone mediante su narración parte de su psique a la audiencia, haciendo uso de su voz y pensamiento.

Aunque su uso está popularizado en el teatro, los monólogos también se dan en la poesía, los guiones, stand-ups, entre otros diversos medios narrativos.

Tipos de monólogos

Encontramos diversos tipos de discursos en los monólogos, cada uno con sus propias cualidades y características que los diferencian entre sí.

Comúnmente podemos encontrar que existen tres tipos de monólogos, uno enfocado en el teatro, otro en la comedia y otro en la narrativa.

También existen subtipos, como lo pueden ser el monólogo reflexivo, que se caracteriza por mostrar al personaje dando su opinión o perspectiva de un tema.

A continuación repasaremos brevemente los distintos tipos de monólogos, los explicaremos e iremos dando ejemplos de monólogos cortos conocidos.

Mejores ejemplos de monólogos cortos

Monólogo dramático

Este tipo de monólogo es también llamado “soliloquio”, y suele darse principalmente en un ambiente teatral, usualmente dramatizado por un actor.

En cualquiera de los casos, el actor o personaje, habla abiertamente al público, dramatiza sus pensamientos y se vale de su expresividad para transmitir un mensaje.

1. Soliloquio de Hamlet – Willian Shakespeare (Fragmento)

Un clásico que no puede faltar en esta lista, que ejemplifica de manera sublime la obra de Shakespeare.

Ser o no ser, esa es la cuestión. ¿Qué es más noble para el alma?

¿Sufrir los golpes y las flechas de la injusta fortuna… o tomar las armas contra un mar de adversidades y oponiéndose a ella, encontrar el fin? Morir, dormir…”

2. El séptimo sello – Ingmar Bergman (Fragmento)

Esta película es de 1957, narra la historia de un caballero cruzado en plena edad media, jugando una partida de ajedrez contra la misma Muerte.

“Sí, es mi mano. Noto el pulso, corre la sangre. El sol sigue en lo alto, iluminándolo todo y yo… Yo, Antonious Block, juego al ajedrez con la Muerte.”

monologo
Un monologo es un dialogo interno que se exterioriza a través del arte

Monólogo cómico

Este tipo de monólogo se diferencia de los demás por su naturaleza cómica, enfocada en el entretenimiento del público y el humor.

La forma más común y popular de este género son los “stand-ups”, que en inglés vendría siendo algo como “de pie”.

En los stand-ups el personaje, en este caso el comediante, se para frente a su audiencia en un pequeño escenario, y narra una historia con el fin de hacer reír. 

3. Entrevista de Trabajo – 

“Mire aquí: «joven soltera de buena apariencia curso superior»… Primero: «joven». Sé que no soy joven… Pensándolo mejor, vamos a saltarnos eso…

…Tampoco soy soltero… Y, como puede ver, tampoco tengo buena apariencia… Pero, “curso superior”: mi curso era superior… Creo…”

Monólogo interior

En este caso, el escenario de este tipo de monólogos es la narrativa escrita, ya sea en forma de poesía o de literatura, en donde se hace una introspección.

Habitualmente esta clase de monólogos nos ayudan a comprender mejor la psicología de un personaje, sus motivaciones y conflictos. Suelen ser reflexivos.

Son comúnmente muy detallados y extensos, y suelen tratar sobre un tema determinado, usualmente una preocupación o situación que involucre al personaje.

4. Tiempo de silencio – Luis Martín Santos (Fragmento)

Uno de los primeros libros en donde esta técnica fue introducida, en donde vemos a un personaje debatirse sobre un turbio asunto en que se ha visto involucrado.

Tras haberse envuelto en el asesinato de una joven, el personaje de Pedro trata de mantener la calma dentro de su celda sin muchos resultados.

“Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no fui. No pensar. No pienses. Tranquilo. Estoy tranquilo, el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada…

…Es cuestión de aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer que tú quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora.”

5. Cinco horas con Mario (Miguel Delibes)

En esta novela podemos ver una escena en la que una viuda llora la pérdida de su marido, exponiéndonos en el proceso gran parte de su personalidad e historia.

“Siempre hubo pobres y ricos, Mario, y la obligación de los que tenemos suficiente, es socorrer a los que no lo tienen…

…Pero tú en seguida a enmendar la plana, que encuentras defectos hasta en el Evangelio.”

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