La anáfora es una figura retórica que consiste en la repetición de una o más palabras al inicio de cada verso consecutivo. Se utiliza para otorgar mayor ritmo y sentido estético al poema. Es muy utilizado en la poesía del Siglo de Oro y el Barroco.
En gramática la anáfora es la omisión del nombre al que refiere un enunciado sustituyéndolo por pronombres. En estos ejemplos de anáfora se mostrarán ambos tipos.
Ejemplos de anáforas retóricas y gramaticales
En este apartado se mostrarán 20 ejemplos de anáforas retóricas y 5 gramaticales.
1
¡Oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que el alborada!
¡oh noche que juntaste!
San Juan de la Cruz
2
Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rondando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada.
Miguel Hernández, Elegía
3
Mientras las ondas de la luz al beso
palpitaban encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
del fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera
¡Habrá poesía!
Gustavo Adolfo Bécquer, Rima IV
4
Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Gabriela Mistral, Besos
5
Cómo quisiera poder vivir sin aire.
Cómo quisiera calmar mi aflicción.
Cómo quisiera poder vivir sin agua.
Me encantaría robar tu corazón.
Maná, Vivir sin aire
6
Dale al aspa, molino,
hasta nevar el trigo.
Dale a la piedra, agua,
hasta ponerla mansa.
Dale al molino, aire,
hasta lo inacabable.
Miguel Hernández
7
Generales traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
Pablo Neruda, Generales traidores
8
Bésame, bésame mucho
como si fuera ésta noche la última vez
Bésame, bésame mucho
que tengo miedo a perderte
perderte después.
Consuelo Vásquez, Bésame mucho
9
Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.
Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.
Pablo Milanés, Yo no te pido (Mario Benedetti también hizo una adaptación en un poema)
10
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;
Francisco de Quevedo, A un hombre de gran nariz
11
Por la honra no come el que tiene gana donde le sabría bien.
Por la honra se muere la viuda entre dos paredes.
Por la honra, sin saber qué es hombre ni qué es gusto, se pasa la doncella treinta años casada consigo misma.
Por la honra, la casada le quita a su deseo cuanto pide. Por la honra pasan los hombres el mar.
Por la honra mata un hombre a otro.
Por la honra gastan todos más de lo que tienen.
Francisco de Quevedo
12
¿Qué es lo que hace un taxista seduciendo a la vida?
¿Qué es lo que hace un taxista construyendo una herida?
¿Qué es lo que hace un taxista enfrente de una dama?
¿Qué es lo que hace un taxista con sus sueños de cama?
Ricardo Arjona, Historia de Taxi
13
Yo no quiero vecinas con pucheros,
Yo no quiero sembrar ni compartir,
Yo no quiero catorce de febrero
Ni cumpleaños feliz
Joaquín Sabina, Contigo
14
Si no creyera en la locura
de la garganta del sinsonte
si no creyera que en el monte
se esconde el trino y la pavura.
Si no creyera en la balanza
en la razón del equilibrio
si no creyera en el delirio
si no creyera en la esperanza.
Si no creyera en lo que agencio
si no creyera en mi camino
si no creyera en mi sonido
si no creyera en mi silencio.
Silvio Rodríguez, La Maza
15
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XXI
16
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
17
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Francisco de Quevedo, Definición de amor
18
Las señales de los golpes,
¿no se ven aquí, y la sangre?
¿Vosotros sois hombres nobles?
¿Vosotros padres y deudos?
¿Vosotros, que no se os rompen
las entrañas de dolor,
de verme en tantos dolores?
Lope de Vega, Fuenteovejuna
19
Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan,
hay ojos que llaman, -hay ojos que esperan,
hay ojos que ríen -risa placentera,
hay ojos que lloran -con llanto de pena,
unos hacia adentro -otros hacia fuera.
Miguel de Unamuno, Hay ojos que miran, hay ojos que sueñan
20
Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto.
Jorge Luis Borges, El Aleph
Ejemplos de anáfora gramatical
- Fuimos a casa de Juana, pero ella no se sentía muy bien.
- Mis primos se graduaron y estuvimos con ellos en su graduación.
- Pablo consiguió un nuevo trabajo y se le ve muy feliz por eso.
- Me gustan estos zapatos. Los compré ayer.
- Hay que limpiar el baño. Lo haré en cuanto termine de fregar los platos.