El medio ambiente participa en la degradación o síntesis de compuestos orgánicos. Para ello, tomaremos como referencia algunos ejemplos de productos biodegradables y sus características.
¿Qué son los productos biodegradables?
Son aquellos elementos que son elaborados por el hombre y pasan por un proceso de manufacturación y fabricación con la finalidad de no ser perjudiciales al medio ambiente.
Por otra parte, se consideran ‘biodegradables’, ya que, se sintetizan mediante la acción de la naturaleza y sus componentes.
De esta forma, no son perjudiciales o dañinos al medio ambiente, sin provocar contaminación en cualquier área y ser parte fundamental en el ciclo biológico.
Partiendo de la definición, caracterizamos algunos ejemplos de productos biodegradables y sus principales beneficios al medio ambiente.
Ejemplos de productos biodegradables.
1. Bolsas de papel
El plástico es lo opuesto a los productos degradables, siendo uno de los factores preponderantes en la contaminación del suelo, al ser un material difícil de sintetizar.
Por ende, se crearon bolsas ecológicas y algunas que son de papel, un producto que se degrada mediante la acción de la naturaleza.
De este modo, se contribuye al cuidado y preservación de la naturaleza, además, que el tiempo de vida del mismo es corto en comparación con productos degradables.
2. Toallas desechables
Todo material que contiene componentes de origen natural, tiende a descomponerse en un lapso de tiempo corto sin alterar el ecosistema.
En el caso de las toallas desechables, no solo contienen aloe vera, caléndula y otros productos naturales, sino, además, se degradan con facilidad.
3. Carne animal
La carne se descompone fácilmente y rápido, debido a que es un sitio idóneo para la aparición de enzimas o microorganismos biológicos que lo desintegran en sustancias más simples.
Por ello, las fibras o tejidos musculares que cubren a los huesos son los primeros órganos en desintegrarse y lo hacen más rápido que los demás órganos.
Una vez que estos tejidos son sintetizados, forman parte de la nutrición de algunas plantas y del suelo, haciendo un efecto similar al abono o fermento natural.
4. Madera
La madera al pertenecer a la propia naturaleza se considera un elemento biodegradable y tiene factores que condicionan dicha acción.
Por ejemplo, la madera tiene diversas vías de degradación, mediante el calor y la humedad, siendo esta última, la forma más frecuente de acción biológica.
Asimismo, las bacterias y los hongos actúan en condiciones favorables para sintetizar los componentes de la madera en sustancias simples para facilitar la absorción y digestión.
5. Heces o excrementos
Por su parte, las heces o excrementos de los animales son productos biodegradables que se forman de la degradación interna de sustancias obtenidas en la alimentación.
A modo de resumen, cuando ingerimos los alimentos, estos pasan por un proceso biológico dentro del sistema digestivo, donde las bacterias intestinales degradan los nutrientes.
Posteriormente, los componentes se transforman en sustancias más simples hasta que pasan por la bilis, donde el bolo alimenticio y sus residuos forman las heces.
Una vez que las heces llegar al intestino delgado y luego a las porciones finales del colón, son expulsadas por reflejo nervioso hasta que se degradan.
Por ser elementos biológicos, son fáciles de sintetizar en la naturaleza, siendo nutriente esencial en las plantas y suelo, cumpliendo un ciclo orgánico.
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6. Alimentos
Los alimentos como las frutas, vegetales, hortalizas, cereales y otros elementos poseen estructuras moleculares que se sintetizan en sustancias simples dentro del organismo.
Por ende, al ser degradadas y absorbidas, potencian las funciones del cuerpo humano, otorgando nutrientes esenciales en la formación y desarrollo de tejidos.
De la misma forma ocurre, cuando los alimentos pasan al periodo de descomposición, y los microorganismos externos eliminan las propiedades primarias de estos nutrientes.
Seguidamente, se sintetizan y pueden pasar por diversos procesos, algunos se denominan ‘fermentación’ o ‘abono’, otorgando propiedades al medio ambiente.
7. Huesos
Los huesos son biodegradables, pero en algunas ocasiones tienden a prolongar su estructura física.
Por ejemplo, cuando los huesos de animales se descomponen, pueden tardar al menos unos 10 a 15 años, pero hay casos donde el tiempo es prolongado.
Como capricho de la naturaleza, podemos pensar en los dinosaurios, que a pesar de su extinción hace millones de años, algunos ejemplares, tienen rastros o fósiles.
Indistintamente del tiempo, los huesos se sintetizan, liberando minerales y nutrientes esenciales para la corteza terrestre y a su vez, la nutrición de las plantas y agua.
8. Tela
La textilería se encarga de fabricar productos o accesorios de compuestos biológicos o de la naturaleza, sea de origen animal o vegetal.
De ella podemos obtener abrigos, chaquetas, sombreros, medias, guantes u otras prendas de vestir.
No obstante, a pesar de que la tela de origen animal puede durar muchos años, tiende a degradarse con la acción de los agentes biológicos (hongos o bacterias).
Finalmente, estos materiales favorecen el medio ambiente, ya que no son contaminantes y contribuyen al ciclo de vida de las plantas y los animales.