Las aptitudes de una persona son habilidades que cada ser trae consigo desde su nacimiento o adquiere a través del tiempo. Estos comportamientos brindan la posibilidad de realizar de manera correcta y autónoma cualquier tipo de actividad.
Es común la confusión entre el término actitud y aptitud. La primera es la forma en la cual el individuo reacciona o la posición que adopta ante una situación puntual. En cambio, la segunda es una habilidad que le permite a alguien desenvolverse en la tarea que realiza con los resultados buscados.
Aptitudes: Ejemplos
1. Proceso de comunicación
La comunicación hace parte de la cotidianidad, pues todos los individuos se comunican de alguna manera. Incluso cuando los bebés nacen, aunque no hablen, se valen de otros métodos para expresarse.
Este proceso hace parte de las aptitudes de una persona, considerando que no es precisamente una cualidad de la que todo el mundo goza de la misma forma. Aunque es común que se busque transmitir mensajes, no todos cumplen con el proceso indicado.
2. Autonomía personal
La gente que se considera autónoma es aquella que rige sus acciones a través de su criterio propio, tomando decisiones y realizando actividades sin que factores externos intervengan. Estos procederes permiten que el ser humano se desenvuelva con independencia en todos los ámbitos de su vida.
3. Disciplina
Es considerado un rasgo o aptitud que, si se fomenta y ejecuta a cabalidad, conduce al individuo a alcanzar sus metas u objetivos. La también conocida como “autodisciplina” delimita un comportamiento establecido en el entorno.
Independientemente de cómo se sienta la persona en un momento específico, este valor le hace tener claro que no es negociable la realización de las tareas programadas. Todas las responsabilidades deberían mantenerse al margen de cualquier situación externa.
4. Adaptación
Muchas veces se presentan situaciones o escenarios ante los cuales no todas las personas se habitúan de la misma manera. La adaptación se relaciona directamente con la posibilidad de poder acomodarse a una circunstancia atípica.
El término aplica para esos casos que no son tan agradables o generan miedo por ser desconocidos. La exposición es limitada, pero todo se resuelve con voluntad y un buen manejo de la causa.
5. Liderazgo
Dentro de las más codiciadas aptitudes de una persona está el liderazgo, ya que a través de su aplicación el guía puede lograr que los integrantes de la comunidad que lidera alcancen su máximo potencial.
De esta forma el equipo puede destacarse en el desarrollo de los objetivos propuestos. Este tipo de conceptos es aplicable tanto para el ámbito profesional, como para el personal, familiar y social.
6. Ser planificado
La planificación es un rasgo que le permite al individuo estructurar una serie de pasos a seguir, con la finalidad de alcanzar una meta. Ello implica reducir al mínimo los contratiempos que se puedan presentar, evitando correr riesgos sin necesidad.
Cuando se realiza un plan a seguir, llegar al objetivo planteado es más sencillo y, probablemente, más rápido.
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7. Empatía
Cuando una persona desarrolla un carácter empático es cuando se permite comprender por lo que pasan otros y tener solidaridad ante sus casos. Es un valor fundamental para la humanización de las relaciones personales.
El concepto de empatía se encuentra estrechamente relacionado con los sentimientos y emociones, que generan motivación para ponerse en los zapatos de los demás.
8. Habilidad del aprendizaje
Al igual que las habilidades deportivas, es muy común que este valor se comience a apreciar a muy temprana edad. Los que se desenvuelven en estos términos consideran sencillo aprender, entender temas, determinar objetos de estudios y más.
Además de la posibilidad de alcanzar la concentración con más rapidez, también intervienen factores como la disciplina y la voluntad de alcanzar los propósitos. Cabe destacar que las estrategias de aprendizaje aplicadas juegan un papel fundamental en este contexto.
9. Destrezas a nivel físico
Las capacidades que involucran destreza física generalmente son innatas, debido a que se nace con ciertas ventajas. Por ejemplo, aquellas que se encuentran relacionadas con el movimiento corporal y los encuentros deportivos.
Un individuo tiene más resistencia haciendo deporte o puede ser más enérgico con respecto a los demás. Ello facilita el desarrollo correcto de cualquier tarea de índole físico, que contribuye con el bienestar.
Pero no es igual en todos los casos, ya que hay muchas cosas que pueden ser aprendidas y desarrolladas con ayuda de ejemplos de valores humanos, como la determinación, constancia, perseverancia y paciencia.
10. Madurez emocional
Este rasgo nace con algunos, otros lo adquieren con el tiempo y hay quienes nunca lo experimentan. Ser maduro emocionalmente no tiene un momento o edad específicos. A esta etapa se llega dependiendo de muchos factores asociados a la trayectoria propia.
11. Resiliencia
Esta condición se muestra relacionada con la objetividad con la cual se pueden afrontar situaciones desafortunadas. Es una de las aptitudes de una persona que motiva a tener una postura externa, buscar soluciones tangibles y aprender de los hechos.
12. Inteligencia emocional
Esta habilidad involucra la selectividad que pueden tener los individuos en relación a sus sentimientos, mientras se enfrentan a cualquier tipo de circunstancias. Una de sus características es la consciencia de no regirse por impulsos. Las decisiones son más objetivas.