4 Ejemplos de Fábulas

Hay historias que nos dejan grandes enseñanzas que nos permiten madurar y avanzar, dejamos 4 ejemplos de fábulas, para seguir aprendiendo y cultivando buenos consejos.

Definición de fábula

Las fábulas son textos literarios cortos de los que se desprende una enseñanza o moraleja sobre algún tema en específico.

Estas narraciones se difunden de manera oral o escrita, pero el propósito común es lograr impactar tanto en niños como en cualquier persona que la lea o escuche.

En las fábulas, los personajes suelen ser animales humanizados, que encarnan los valores y defectos de las personas.

Partes de una fábula

Una fábula se compone de cuatro partes muy indispensables:

1. Introducción

Es donde se presentan a los personajes de la historia.

2. Nudo 

Aquí se desata un conflicto que afecta al protagonista de la fábula.

3. Desenlace

 Se resuelve el conflicto.

4. Moraleja

 El relato transmite una enseñanza o lección.

Ejemplos de fábulas

A continuación, te dejamos 4 ejemplos de fábulas para que disfrutes con tu hijo o hermanito, el conocimiento que estas imparten.

1. La zorra y las uvas

Una zorra que dormía bajo una vid, se despertó hambrienta y, en seguida, vio un racimo de uvas muy tentador sobre su cabeza. 

Quiso alcanzarlo pero fue en vano: su pequeña estatura no se lo permitió. Trató de treparse al árbol, dio saltos, estiró sus patitas, hasta que se dio por vencida.

Mientras se alejaba del árbol, resignada, vio que un pequeño pajarito había estado observándola y se sintió avergonzada. 

Rápidamente se acercó al ave y, enojada, le dijo: 

“Cuando salté, me di cuenta de que las uvas no estaban maduras. Mi paladar es muy exquisito. Si no, me las hubiera comido”. 

Y, dándole la espalda al pajarito, que no alcanzó ni siquiera a responderle, la zorra se alejó.

Moraleja

 No les eches la culpa a los demás por tus fracasos. Uno debe aprender a ser responsable de nuestros propios actos.

Con mayor esfuerzo y dedicación, quizás la próxima vez, alcances tu meta.

Las fabulas son relatos asombroso con aprendizajes

2. La liebre y la tortuga

Con arrogancia y soberbia, una liebre se burlaba constantemente de una tortuga por su lentitud. 

Un día, harta de las agresiones, la tortuga le propuso correr una carrera para ver cuál de las dos era más veloz. La liebre, entre risas, aceptó la propuesta.

Finalmente llegó el día de la carrera y todos los animalitos del bosque se acercaron a la línea de partida para ver la competencia.

 Apenas se escuchó la señal, la liebre salió corriendo a toda prisa. Mientras que la tortuga, con su paso lento pero constante.

 Avanzó por la pista, en la que su competidora no había dejado otro rastro que el polvo que levantaron sus ágiles patas al correr.

Relajada y orgullosa por su desempeño, la liebre decidió tomar una siesta cuando le faltaba poco para llegar a la meta, pero ya daba por descontado que sería la ganadora. 

El problema fue que se quedó dormida. Cuando se despertó, exaltada, vio a lo lejos que la tortuga estaba a dos pasitos de la línea de llegada. 

Corrió con todas sus fuerzas pero, cuando alcanzó la meta, ya era tarde. La tortuga había ganado y era aplaudida y ovacionada por todo el público.

Moraleja

 La vanidad y el exceso de confianza nos pueden jugar una mala pasada.

Nunca te burles de los demás por no tener tus mismas habilidades, la perseverancia y la constancia rinden sus frutos.



3. La gallina de los huevos de oro

Una pareja de granjeros compró la gallina más gorda y rebosante del mercado.

 A la mañana siguiente, cuando fueron a buscar los huevos al gallinero se toparon con que la flamante gallina había puesto ¡un huevo de oro! 

Este extraño suceso se repitió cada día.

Sin salir de su asombro, a la pareja se le ocurrió que si mataban a la gallina, podrían hacerse de todos los huevos de oro al mismo tiempo.

 Sin tener que esperar a que ponga un único huevo por día. 

El problema fue que, cuando la mataron, en el estómago de la gallina no encontraron nada. Se quedaron sin la gallina y sin los huevos de oro.

Moraleja

 La codicia nunca es buena consejera, nos puede llevar a perder lo que tenemos y a convertir la fortuna en pasajera.

4. El perro y su reflejo

 Había una vez un perro que estaba cruzando un lago. Al hacerlo, llevaba una presa bastante grande en su boca. 

Mientras lo cruzaba, se vio a sí mismo en el reflejo del agua. 

Creyendo que era otro perro y viendo el enorme trozo de carne que llevaba, se lanzó a arrebatársela.

 Pero al querer quitarle la presa al reflejo, perdió la presa que tenía en su boca. 

Moraleja

La actitud Negativa y ambiciosa de tenerlo todo puede llevar a perder lo que lograste.

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